UBICACION Q'EROS

INTRODUCCIÓN Y UBICACIÓN EN LA ECOLOGÍA VERTICAL

Los q’eros practican todavía los cantos autóctonos3 emblemáticos de su comunidad. En esta ponencia analizo el modo cómo ambas, las canciones indígenas de Q’eros y la música y danza que ellos recién incorporaron en la peregrinación de Qoyllurit’i, logran la eficacia del propósito a través de similares técnicas de producción de sonido y criterio estético. Uno de los principales propósitos de la música de Q’eros es regenerar y re-crear,4 activamente, las buenas relaciones con el mundo espiritual en el que creen, ya sea con los apus (montañas poderosas), la pachamama (madre tierra) o el Señor de Qoyllurit’i. Aunque los rasgos específicos, tales como la estructura, escala, e instrumentación de ambos estilos (los autóctonos y los adoptados) son significativamente diferentes, yo me ocupo de cómo la producción musical de los dos tipos comparte el mismo enfoque y sirve a la misma meta final, ya sea que se trate de un ritual íntimo dentro de la comunidad o de uno compartido con miles de otras personas de la gran región.

La «producción» se refiere a la estética de la calidad del sonido (timbre), densidad de la textura y volumen que sirven para enviar las canciones, como emisarios, a los poderosos espíritus que son el motivo del ritual. La interpretación de los dos tipos de música sirve como indicador de identidad específica para los q’eros, dependiendo de su uso contextual y de la identidad deseada en el momento. Es decir, las elecciones musicales les permiten flexibilidad de identidad entre los q’eros tradicionales en su comunidad natal, y la del mundo urbano, o los mistis, según ellos (mestizo), en Qoyllurit’i.
La comunidad de Hatun Q’eros, tema de este artículo, es la más grande y considerada (por los residentes y mucha gente urbana) la más tradicional de las cinco comunidades de la Nación Q’eros, formada en 2005 (véase el mapa 2). La comunidad consiste en unas ciento cuarenta familias (aproximadamente novecientas personas) dispersas en seis pequeñas aldeas (conocidas como ayllus o anexos),5 que están desplegadas sobre cuatro valles ribereños (véase el mapa 3).
Históricamente, el sustento de la comunidad está basado en el uso vertical de los tres principales pisos ecológicos que componen su territorio, que oscilan entre los 4800 msnm y los 1800 msnm.6 Estas tres zonas están a una distancia de cuarenta kilómetros aproximadamente, y esa accesibilidad ha disminuido la necesidad del intercambio externo con otros grupos, o el desarrollo de colonias en áreas más lejanas. Los q’eros no sufrieron la reubicación en asentamientos (reducciones) coloniales españoles y su origen étnico aún está intacto, de tal manera que ellos no forman familias fuera de su grupo cultural.7 Debido a esto, y sus fuertes vínculos comunales, todavía existe integridad étnica y cultural, aunque hay mucho movimiento migratorio entre Q’eros y las ciudades cercanas, incluyendo migración permanente de algunas familias q’eros a zonas urbanas.8 Esta integridad fomenta una visión cosmológica cohesiva, y hay una práctica continua de expresiones musicales que refuerzan y re-crean esa visión (Wissler 2009a: 39).

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